RECTOR DE LA UASLP SE AFERRA A IMPOSICIÓN EN DERECHO A PESAR DE AMPARO

• La suspensión judicial detuvo el intento de designar a un director en la Facultad de Derecho de la UASLP, mientras Zermeño Guerra insiste en mantener una terna cuestionada

La contienda para definir quién encabezará la Dirección de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí fue detenida por orden del Juzgado Sexto de Distrito, que instruyó suspender cualquier avance en el nombramiento. La medida deriva del juicio de amparo promovido por el académico José Edgar Durón Puente, quien denunció haber sido marginado del proceso pese a cumplir con los requisitos y entregar en tiempo la documentación correspondiente.

Lejos de asumir el revés judicial como una oportunidad para replantear el procedimiento, el rector Alejandro Zermeño Guerra sostuvo públicamente su intención de mantener intacta la terna conformada por Luz María Lastras Martínez, Jesús Javier Delgado Sam y Georgina González Cázares. Su postura, expresada sin matices, dejó ver una resistencia abierta a escuchar a la comunidad universitaria y una inclinación por imponer un perfil afín, aun si el proceso queda en pausa durante semanas o meses.

El rector incluso expresó su confianza en que el amparo deje de ser procedente para entonces reactivar la elección con los mismos tres nombres, pese al rechazo que han generado desde el inicio. Entre las críticas más severas se encuentra el riesgo de intromisión partidista, ya que algunos de los aspirantes mantienen vínculos y militancia con Morena y Movimiento Ciudadano, lo que encendió alertas sobre una posible vulneración a la autonomía universitaria.

Zermeño también responsabilizó al Consejo Técnico Consultivo por retrasar la devolución de la terna tras haber sido enviada a revisión y volver con los mismos tres nombres. Sin embargo, omitió mencionar que los cuestionamientos surgieron desde el origen del proceso, señalado por la imposición de nombres y la falta de transparencia. Catedráticos denunciaron que los aspirantes se conocieron primero por medios de comunicación y no por canales institucionales, un episodio que profundizó la desconfianza y dejó al descubierto un procedimiento en el que ni siquiera se explicaron los criterios para elegir a unos perfiles sobre otros.

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